Al avanzar la edad, la habilidad verbal, la comprensión y la capacidad motora se mantienen dentro de los rangos esperables, con algunos cambios frente al adulto joven o medio. Sin embargo, la memoria es una de las más afectadas siendo un factor de riesgo para el surgimiento de trastornos neurodegenerativos.

La pérdida de memoria en adultos mayores a edad avanzada puede llegar a ser un indicador de Alzheimer o demencia, sin embargo, no se asocia solo o de forma directa con esta enfermedad. Algunas otras circunstancias o padecimientos que alteran el cerebro como los trastornos emocionales, traumatismos o tumores pueden ocasionar este síntoma.

La memoria de cada uno es el conjunto de recuerdos y vivencias que se van acumulando con el paso del tiempo. Experiencias, sensaciones y sentires que se almacenan en el cerebro y que muestran quienes somos y nuestros propósitos y anhelos. De ahí, que todos temamos padecer situaciones de pérdida de memoria por el valor que supone lo que allí guardamos. Esta vulnerabilidad aumenta en las personas de la tercera edad, más expuestas a la pérdida de memoria.

Una incapacidad que puede inquietar a la memoria reciente, pero también a la antigua o de largo plazo, revelándose de manera imprevista o progresiva. Según sea su progreso, se genera un deterioro mental más o menos grave que puede terminar en demencia.

Si bien es común que este envejecimiento involucre cierta pérdida menor de memoria, y un deterioro leve de otras habilidades de la razón, existe una diferencia entre estas modificaciones naturales y la pérdida continúa ligada a trastornos y afecciones.

En Grupo Medincare recomendamos siempre, en caso de tener un familiar con la condición, asistir a un profesional especialista para evaluar el caso. Con nuestro servicio Seniorcare exclusivo nos ocupamos de acompañar y asistir a los adultos mayores diagnosticados con calidad y calidez, comprendiendo sus etapas y necesidades en su propio entorno. Como resultado, resignificamos la pertenencia al hogar, donde mejor se sienten y están nuestros pacientes.

pérdida de la memoria en el adulto mayor

Síntomas de pérdida de memoria


Ciertas señales pueden comenzar a alertarnos sobre la pérdida de memoria gradual de un familiar mayor. Se caracteriza por el surgimiento de pequeños olvidos, despistes y problemas para recordar acontecimientos pasados o cercanos.

El envejecimiento del cerebro es la principal causa de la degeneración mental y de trastornos que causan esta pérdida.

Entre los síntomas más importantes de pérdida de memoria en mayores encontramos:

  • Problemas para dar con las palabras óptimas al dialogar
  • No recordar con exactitud lugares y situaciones, como la toma de medicamentos o una salida reciente
  • Repetición permanente de preguntas ya hechas e historias en una charla
  • Falta de orientación en determinados sitios a los que se va con frecuencia
  • No recordar hechos anteriores y fechas
  • Falta de toma de decisión sobre asuntos cotidianos


Enfermedades relacionadas con el sedentarismo

En los casos de trastornos de memoria más avanzados, es posible incluir conflictos de atención, enfoque, aprendizaje y ánimo de forma continua.

¿Cómo prevenir la pérdida de memoria?


Si bien no siempre podemos frenar el avance de esta patología sobre nuestro ser querido, menos aún en casos de enfermedad neurodegenerativa, sí es posible seguir algunas pautas beneficiosas para estimular la función cognitiva del organismo y evitar mayor deterioro.

La manera más significativa que encontramos para retardar o prevenir la pérdida de memoria patológica radica en tomar mejores prácticas en el día a día de la persona dejando atrás hábitos perjudiciales, como adoptar una dieta más saludable y nutritiva, tener un correcto descanso, hacer ejercicio de manera periódica, relacionarse con otros y practicar rutinas cognitivas que ayuden a fortalecer la mente.

También, el sueño de calidad y el buen descanso diario es otro de los factores fundamentales que contribuyen a la salud cognitiva del adulto mayor y su memoria, así como evitar beber y fumar.

Sucede porque el cerebro es similar a un músculo, por eso al cuidarlo y usarlo con frecuencia, gana fuerza. En cambio, si este no obtiene la nutrición precisa para su optimización, las funciones cognitivas comienzan a decaer y la pérdida de memoria se eleva.

Tratamiento para la memoria en personas mayores


A la par del procedimiento encarado junto al médico del paciente es necesario brindarle apoyo para mejorar su condición y seguir un tratamiento para la memoria en personas mayores adecuado a cada caso.

El ejercicio del cerebro y el refuerzo de la capacidad cognitiva vigoriza y mejora la memoria en adultos mayores. Los juegos cerebrales que estimulan las diversas capacidades de memoria, concentración, lenguaje y acción potencian estas habilidades deterioradas.

Al llevar a cabo actividades de entrenamiento mental colaboramos en que el cerebro fortalezca sus conexiones neuronales, ganado resistencia ante el desgaste natural o progresivo.

Los programas específicos adecuados para cada perfil cognitivo deben ser evaluados oportunamente por el médico del paciente, encargado de valorar y analizar la terapia ideal según su patología. Atender esta rutina ayuda a optimizar la salud mental del anciano.

En Grupo Medincare conocemos mucho acerca de cuidado y atención de adultos a domicilio, siendo su solución más optima para atender con máxima calidad y profesionalismo las necesidades de su ser querido

el tratamiento para la memoria en personas mayores

Tipos de deterioro cognitivo en el adulto mayor

El deterioro cognitivo está definido por la pérdida de las funciones cognitivas, sea por alteraciones relacionadas al proceso natural de la vejez o a componentes ajenos.

Conozca a continuación los grados de deterioro cognitivo en el adulto mayor que miden las funciones cognitivas y de función de la persona:

Deterioro leve

Es el que se relaciona con una pérdida menor de la memoria y ciertas funciones cognitivas superiores; normalmente no producen grandes efectos en la actividad diaria del paciente.

Demencia leve

Inicia con la afectación de la funcionalidad del paciente, que comienza a debilitar sus actividades habituales. Y sucede porque muestra cierto nivel de desorientación en el aquí y ahora, pudiendo no recordar nombres de personas allegadas, padecer problemas con la memoria reciente y cierta modificación de la conducta, como el humor o nerviosismo.

Demencia moderada

Los síntomas cognitivos se van volviendo ciertos, comprometiendo diferentes zonas vitales de la persona, como la comprensión de órdenes, el aprendizaje y la desorientación, entre otros aspectos de la conducta que suelen dar lugar a ansiedad, agresividad y depresión.

De esta manera, se comienzan a afectar las actividades de la vida cotidiana de forma progresiva y constante, hasta afectar la rutina.

Demencia grave

En esta fase, es prácticamente improbable que el paciente pueda llevar adelante un diálogo comprensible con los seres queridos y otros. Existe una pérdida completa de la memoria e incapacidad para la lecto comprensión y el cuidado propio, volviéndose dependiente.

Demencia

En la etapa final, la persona adquiere un cuadro de deterioro cognitivo completo en el que se afecta la función de la memoria a corto, medio o largo plazo, las zonas del lenguaje, las funciones mentales, las habilidades manuales y la personalidad.

Aceptar la pérdida de memoria puede llegar a ser complejo para el paciente, dado que algunos pueden ocultar sus inconvenientes o disfrazarlos para no ser descubiertos. sin embargo, es necesario ahondar y obtener un diagnóstico preciso de la condición para comenzar un tratamiento adecuado que revierta o prevenga el deterioro mayor.

Con nuestros cuidadores de ancianos a domicilio, el adulto mayor de su familia gana bienestar, seguridad y estímulo diario para mejorar su desarrollo cognitivo durante todo el proceso.