Las úlceras por presión, también denominadas escaras, son uno de los riesgos más habituales de aparición en pacientes que permanecen en la misma posición por mucho tiempo, sea por su movilidad reducida o por que se hallan hospitalizados o convalecientes.
Refiere a lesiones que deben ser prevenidas dado que, de no controlarlas, pueden dar lugar a un problema de salud serio y doloroso, llegando a convertirse en un verdadero riesgo debido a su posible derivación en infecciones. Desde nuestra división Cicatrizacare nos especializamos en curaciones de todo tipo de heridas, úlceras y escaras a domicilio y por eso queremos ayudarle a comprender la importancia de controlar esta condición, prevenirla y de darse, actuar de manera conveniente y eficaz.
La valoración de las úlceras por presión comprende la explicación y documentación, como también el seguimiento del proceso. Muchos pacientes que cuentan con propensión a desarrollar úlceras por presión suelen contar con menos capacidad de padecer dolencia o molestias. Son los sistemas de etapas los que nos brindan una guía para saber con exactitud cómo es el avance de la condición. Este escrito muestra datos acerca del estado y tratamiento de las úlceras.
Ahora sí, conozca en detalle las etapas de úlceras por presión.
Tipos de escaras
Sin lesión
La piel que no presenta lesiones es de tono rojo intenso o púrpura y muestra aspecto similar a un moretón o una ampolla con sangre acumulada. Es muy posible que la zona esté con dolor, sólida o blanda, caliente o fría al tacto. El origen de esta modificación en la superficie es producto de la presión o fricción que lesiona el tejido blando interno. Puede ser que este cambio sane o se agrave a una etapa continua.
Grado I
Si el área enrojecida no se va tras ejercer presión por unos segundos, es probable que se trate de una úlcera en grado inicial. Suelen ser simples de tratar, dado con que alcanza con cambiar la postura del paciente, colocar crema hidratante y hacer masajes que beneficien la circulación.
Estadio II
Sucede cuando se origina una pérdida de piel de grosor parcial con la dermis expuesta. El tono de la herida varía en la coloración rojiza y se aprecia húmeda o con infección. Aquí no hay demasiado tejido muerto o escaras, pero es visible la ampolla, herida o erosión de la zona, que puede estar cerrada o abierta, con pus o sangre.
Estadio III
Existe pérdida de piel en gran espesor dando lugar a forma hueca y pueden notarse escaras y necrosado. La grasa hipodérmica puede ya estar visible y/o socavado, pero el hueso, tendón y músculo no. Debe conservarse la herida limpia de pus para evitar infecciones y favorecer el tejido nuevo.
Estadio IV
En esta fase hay pérdida de piel casi o completa siendo la más grave. El hueso, tendón y musculo se expone a simple vista dada la profundidad. Es posible que haya escara y además herida tipo cráter, así como bordes plegados y socavación. Se busca reducir la supuración de la zona, el dolor, quitar el tejido muerto y fomentar nuevo tejido.
¿Qué son escaras?
Para saber qué son escaras debemos puntualizar en que estas lesiones crónicas de cicatrización prolongada se originan al obstaculizarse la irrigación sanguínea a la piel por arriba de 2 o 3 horas, a causa de la presión que ejercen los huesos y el soporte camilla o silla que genera la baja del aporte de oxígeno y nutrientes a la zona, por la compresión de los vasos provocando una necrosis entre la piel y el tejido subcutáneo.
Al mismo tiempo que la piel se daña, se forma la úlcera, que comienza como un área dolorosa y enrojecida en piel sana, que no se blanquea al hacer presión. Luego, en caso de no atenderse, toma un tono más oscuro. Es cuando la piel perder grosor, complicando la epidermis y la dermis, mostrando una úlcera superficial. En escaso lapso, se disipa enteramente el volumen de la piel, se afecta el tejido celular subcutáneo y la úlcera avanza en superficie y profundidad. En el estadio final, toma un tamaño importante, que destruye piel, músculo o hueso inferior.
Prevención de úlceras por presión
La prevención de úlceras por presión es casi más esencial que el procedimiento para tratar estas lesiones, dado que si llegar a infectarse son complejas de tratar e incómodas.
Revisión periódica de la piel afectada
En Grupo Medincare le aconsejamos que de manera habitual lleve a cabo una comprobación de cada zona de la piel del paciente que pueda estar afectada por ulceraciones, el caso de talones, tobillos, espalda, codos, cabeza y glúteos. Tenga en cuenta que las áreas que continúan enrojecidas luego del movimiento son señal de alerta, ya que pueden indicar la condición naciente.
Junto a esta revisión, considere estas otras medidas preventivas que ayudan ante las lesiones.
Mantener rutina de higiene
La limpieza adecuada de la piel de la zona en cuestión es importantísima para evitar mayores inconvenientes. Asee y seque la superficie, atendiendo a cada pliegue. Use siempre productos de cuidado corporal neutros y delicados, que no provoquen irritaciones. Si va a utilizar cremas y lociones, deben ser aptas para el tipo de piel y de absorción rápida, además de muy hidratantes para nutrir y humedecer la zona descamada.
Blancos de cama y prendas
Las sábanas y tejidos usados tienen que ser naturales y transpirables favoreciendo la óptima transpiración de la piel, evitando irritaciones y alergias. Además, las prendas deben estar secas y limpias.
¿Cuándo aparecen?
Saber cuándo aparecen las escaras es clave para tratarlas en su origen o prevenirlas. Las escaras o úlceras por presión dan inicio cuando la piel y el tejido se encuentra dañado. En las situaciones más graves, el músculo y hueso también puede presentar lesión. Aquellos pacientes que no llegan a movilizar todo su cuerpo por una enfermedad, edad avanzada u otra situación, padecen más este tipo de úlceras.
¿Por qué se producen?
Una de las preguntas más frecuentes de los pacientes y sus familiares es conocer por qué se producen las escaras. Las escaras o úlceras se generan por una presión continua y sostenida en el tiempo entre una prominencia ósea y una superficie de apoyo como la camilla. Es esa coacción la que hace que los vasos sanguíneos y los tejidos se compriman, dando lugar al bloqueo del riesgo sanguíneo a la zona, y así la necrosis.
Con el paso de los días, si no se gestionan acciones, la lesión y el daño se va acrecentando. Se pueden producir en tan solo unas horas y la causa central de las llagas por presión es la escasa movilidad de la zona, aunque hay más factores que inciden:
- Poco o nulo cambio de postura: se recomienda hacer cambios de posición cada cierto tiempo, entre 2 y 4 horas y cada 20 minutos si el paciente permanece en silla de ruedas.
- Incontinencia o poca higiene: la humedad presente en la zona eleva el riesgo de padecer escaras. El sudor, la orina y las heces pueden irritar la piel y generar apariciones de úlceras. Es necesario secar, limpiar e hidratar el área luego de cada lavada o cambio de pañal.
- Desnutrición: la escasez de nutrientes óptimos en los tejidos los vuelve frágiles y proclives a lesiones. Es necesario cuidar la alimentación del paciente, para un buen aporte calórico y de vitaminas y proteínas. También pueden considerarse los suplementos para complementar la dieta.
- Poca sensibilidad: las condiciones de diabetes, lesiones en la médula y demás trastornos neurológicos, atentan contra la sensibilidad, evitando dolores y malestares que alertan sobre el cambio de lugar y el movimiento. Se precisa de revisión periódica de la piel y sus posibles cambios.
¿Cuál es la diferencia entre úlceras y escaras?
Como venimos viendo en el artículo, existe una sutil diferencia entre ambas condiciones de la piel del paciente. A continuación profundizamos en cuál es la diferencia entre úlceras y escaras. Las úlceras por presión o también escaras, surgen en zonas del cuerpo que padecen presión externa, en especial en espalda, región sacra y talones, dando la particularidad de escamas y resequedad. Cuando este tejido necrosado se cae o quita, aparece la úlcera y esa es principal discrepancia entre las dos.
Este tipo de lesiones surge principalmente en pacientes impedidos de movimiento por mucho tiempo y suele tener una mínima tendencia a la cicatrización espontánea. Constituye un notorio problema de salud, dado que repercute directamente sobre la calidad de vida del paciente e implica cuidados permanentes y personalizados. Por eso, es esencial hacer una adecuada prevención para evitar la aparición de esta condición. Nuestro trabajo y compromiso se enfoca al tratamiento específico y especializado en curaciones de heridas a domicilio, en los pacientes con heridas crónicas de diversa etiología, utilizando productos y tecnología de punta y nivel internacional.
En Grupo Medincare, las curaciones de escaras en casa abarcan la atención de personas de todas las edades, en especial las dependientes y las alejadas de centros de asistencia, acompañando su proceso.